



Una vez verificado que todo estaba funcionando de manera correcta, procedi a poner la pila nueva con unas pinzas especiales de plástico, para no descargar la pequeña pila. Una vez puesta fue una vez más testeado.
Cuando todo estuvo verificado, Pedro no pudo admitir entregar un reloj como ese, en el lamentable estado en el que se encontraba, para ello procedí a matizar con mucho cuidado todo el armis, caja y bisel de oro, siempre cuidando de no «perder» esos miligramos de oro que desaparecen en este tipo de trabajos.
El reloj quedó realmente perfecto y el cliente muy satisfecho de saber que en España hay maestros relojeros, que pueden hacer un trabajo tan bien o mejor que en Suiza y …sin costar miles de euros.